Z, la serpiente marina
Érase una vez una serpiente marina con un cuerno y un cuchillo. La serpiente estaba enferma y no podía cazar ni comer, cada vez que se movía le dolía el abdomen, así que la serpiente marina decidió ir al médico Don Pez Espada, y el doctor Espada le inyectó una medicina en el lomo.
Se recuperó al momento y cuando salió del médico dio un salto gigantesco, tan grande que su cabeza llegó hasta las más altas nubes.
